viernes, 8 de junio de 2012

Recuerdo...


Cuando niña me encantaban los atardeceres que se podían ver en casa de mi tía María en Veracruz…, claro eso fue cuando yo era niña, cuando mi abuela aun vivía y tía María aun contaba con sus cabellos dorados, no con los plateados con los que después murió.

Algunas tardes de verano cuando estaba por irse el sol, cuando el infernal calor cedía un poco ante la insistente brisa,  estas frondosas mujeres hacían pan, el mas delicioso pan que he probado, suave, esponjoso, de un sabor exquisito, mientras  nosotros los niños jugábamos arriba de los arboles, sobre todo trepábamos a un cedro tan grande como una casa de ramas fuertes  ahí era donde subíamos jugar, ahí todo era posible… un fuerte de guerra, un castillo, una casa de cuento, todo se podía soñar ahí…

En esa entonces todos jugábamos y poca atención poníamos a la puesta del sol, pero, ahora a la distancia puedo ver que era un espectáculo único arriba de ese árbol, yo podía ver el arrollo que pasaba en los limites de los potreros, el correr de su agua verde jade, era apacible, casi místico  diría yo, el sol reflejaba sus rayos mas bellos, total ya se iba a dormir había que acariciar al arroyo con sus mejores rayos, las milpas se teñían de dorado junto con la casa de mi tía y el jardín, aquel precioso jardín con flores únicas… y el gran horno de piedra donde ese delicioso pan se forjaba a golpe de fuego, esa conchas, trenzas, pan español, ah¡  su aroma era único y que de decir del sabor , y todo esa escena se teñía de dorado,  todo parecía estar hecho de oro, hasta mi vestido por unos instantes se bañaba de oro, yo misma me convertía en una criatura de oro, aun la palma de los techos y todo esto sucedía antes de que el astro rey se perdiera en el horizonte, algunas estrellas las mas grande se asomaban tímidamente en el cielo.

Se escuchaban las risas pircara de las mujeres mientras esperaban a que horno hiciera su magia, contaban chistes y chismes, a veces fumaban y otras veces bordaban, y a esa hora del ocaso algo peculiar sucedía… algunas flores  comenzaban a abrir, mientras otras se cerraban cual doncella en un balcón, y otras plantas mas despedían un perfume dulce, embriagador… yo entonces de 8 años  no sabia que era enamorarse, pero siempre imagine que cuando besara al príncipe de mis sueños, esos que yo veía en cuentos de hadas, esas flores desprenderían el mismo aroma como consecuencia del amor, lastima que el jardín no vivió para contarlo, ni mi abuela, ni mi tía para verlo, sin embargo, esos atardeceres jamás los olvidare… aunque hoy solo sea un recuerdo…

ME GUSTAS TAL COMO ERES

ME GUSTAS TAL COMO ERES BY MOON'S NERY (LECTURA FAN FIC) La mayoría de los personajes pertenecen a Naoko Takeuchi prohibida su reproducc...