Me serví una taza café, el singular aroma me recordó que grato es estar a tu lado, lo endulce son unos granos de azúcar, como los dulces besos que me das al amanecer, algo cotidiano... como algo que siempre se va hacer, el paseo de la cuchara para disolver el café con el azúcar, me hizo preguntarme a que hora nuestra vida se mezcló tan perfecta mente, lo dulce, lo singular del sabor, la temperatura adecuada, la suavidad de la crema, todo en una perfecta armonía, como nuestra vida en común..., la sutil espuma me hizo desear estar a tu lado burbuja a burbuja se fueron hilando mis recuerdos y el cálido humo me hizo recordar el calor de tu aliento, tome el primer sorbo Donde te encontrabas en ese momento??, estabamos en la misma ciudad y esta noche ya estas a mi lado... y sin embargo te extrañe tanto, el curioso sol se asomó por los ventanales de la oficina, corrió un poco de viento, despuntaba un día muy soleado y en calles la gente pasaba aprisa, a mi mano le hubiera sentado estar tomada de la tuya y olvidar el ajetreo y caminar sin prisa, viendo como la vida nos alcanza, como en aquellos tiernos años en que nos conocimos... seguí tomando mi taza de café sorbo a sorbo los recuerdos me embriagaron, la tierra húmeda, la niebla del amanecer, no quiero soltarme de tus brazos... las tardes de lluvia, las noches con frió, el mar en nuestros pies, los días inquietos, los vientos difícil, los sueños consumados, los otros por cumplir, las ilusiones por formar y todo forman un uno...y es que hoy me bebí una taza de café pensando en ti...
